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POR QUÉ DEBEMOS CONGREGARNOS?

Salmo 22: 21 Biblia textual.  "¡Sálvame de la boca del león Y de los cuernos de los toros salvajes! ¡Me has respondido! 22.  Anunciaré tu Nombre a mis hermanos, En medio de la congregación te alabaré" ¿Por qué debemos congregarnos? o ¿Qué es congregarse? 1- Muchos ignoran que uno de los mandamientos que Dios nos ordena es el "no dejar de congregarnos" como algunos tienen por costumbres ( Hebreos 10:25 ) Muchos al venir de diferentes religiones, tomamos el ir a la Iglesia como una obligación o como una parte más que cumplir dentro de la religión que practicábamos.  De hecho lo primero que hacemos cuando no queremos vernos con Dios, o tener nada que ver, es dejar de frecuentar la Iglesia, entonces vamos solo para las ocasiones especiales y obligatorias. Pensamos que así Dios se queda allí, y no se mete con nosotros ni nosotros con él. 2- Otros piensan que se puede tener a Dios con uno, donde uno vaya, y a su manera.  Este es otro, gran error que la biblia

HABLA Y NO CALLES.

                                                                                  No apaguéis el fuego del Espíritu Santo.  San Juan 7: 37-38 ¿Cuándo lo hacemos? Cada vez que cerramos nuestra boca y no le permitimos al Espíritu de Dios, que sus aguas corran desde nuestro interior .   San Juan 7, Jesús dijo: 37- Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. 38-El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: ``De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva" Sabes, si tu estás yendo a Jesús, pero no bebés de él cómo correrán desde tu interior esas aguas, si no las estás bebiendo. 1- Si tienes sed el lugar indicado para calmarla es: ir al Señor 2- Si tienes sed, y te ofrecieran un vaso de agua fresca, beberías. Entonces abre tu boca y por fe: Bebe . 3- Si desde dentro de ti comienzan a correr RIOS de AGUA VIVA, no cierres tu boca.   Es por tu boca que ese rio continu

LA EFICACIA DEL ACUERDO

Hechos 3: 1-7 1- "Y cierto día Pedro y Juan subían al templo a la hora novena, la de la oración.   2 -Y había un hombre, cojo desde su nacimiento, al que llevaban y ponían diariamente a la puerta del templo llamada la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban al templo.  3- Este, viendo a Pedro y a Juan que iban a entrar al templo, les pedía limosna. 4- Entonces Pedro, junto con Juan, fijando su vista en él, le dijo: ¡Míranos! 5- Y él los miró atentamente, esperando recibir algo de ellos . 6- Pero Pedro dijo: No tengo plata ni oro, mas lo que tengo, te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda! 7 -Y asiéndolo de la mano derecha, lo levantó; al instante sus pies y tobillos cobraron fuerza."  Subir al Monte de oración no es fácil, el versículo 1 , nos cuenta que ellos subían a orar; podemos compararlo con escalar y bajar de una alta montaña; hasta que nos habituamos tenemos algunas contrariedades físicas: alta presión, mareos, dificult

LOS OJOS DEL GUIA

Cuando Dios te dé una nueva tierra para explorar, no aprendas sus costumbres, sino deja las que pudieras haber tomado de la anterior. El proceso de santificación en el cual vamos, es aprender a despojarnos de lo que NO permite ver la verdad de Dios en nuestras vidas; es difícil y doloroso, pero podemos evitar  el mismo dolor, a quienes nos siguen. En  Deuteronomio 18: 9  -"Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones ",  como en  Santiago 4:4 - "¡ Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios",  Dios nos enseña a ser totalmente puros (sin mezcla) para Él. Nosotros, los que hemos madurado  un poquito más, tenemos la responsabilidad de dar luz a los que nos siguen, con nuestras vidas.  Mientras menos queramos dejar las mezclas con lo de Dios y  las trad

EL APRENDER GENERA CAMBIOS

¡Crezcamos!  El crecimiento da paso a nuevos cambios, "Nuevos", ya que a veces hacemos cambios, pero no son nuevos cambios, sino cosas viejas, cosas aprendidas, que las pasamos de un lugar a otro, en nuestro corazón, así como hacemos en nu estros hogares; decimos - He cambiado los muebles de lugar- Pero son los mismos muebles.  Crecer, es dejar lo que ya hemos experimentado y nos sirvió para alcanzar una nueva estatura en la Fe, en la Verdad, en el Conocimiento, en la Gracia. Hebreos 6:1 " Por tanto, dejando las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez, no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas y de la fe hacia Dios"   Crecer, es tomar lo que viene y hacer que ello produzca en nosotros algo Nuevo, porque ese algo Nuevo, es lo que nos llevará a dejar lo Viejo.  Estamos como pegados, adheridos a lo ya aprendido, que no cedemos lugar para lo nuevo.  Nos sentimos cómodos con los zapato

¿CÓMO NOS MIRA DIOS?

  Lucas 22:  61- " Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 62- Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente."   Dios mira con misericordia.  Dios mira con piedad, Dios mira con perdón.  Pedro había negado tres veces a Jesús, al que lo había amado tanto, al que lo había salvado de la quiebra en el día de su desesperanza, al que lo había llenado de nuevas fuerzas. Pero los ojos del Señor, inocentes y llenos de amor se encontraron con los suyos, y Pedro solo pudo llorar, amargamente. Con tanto amor, ¿cómo pudiéramos nosotros no amarlo?  Dios hoy te está mirando, sin condenarte, sin acusarte, sin desear que llores amargamente, solo te mira con su Perdón abundante. ¡DIOS TE MIRA CON SU PERDÓN ABUNDANTE!   Dios solo quiere tenerte con él, para mirarte Reflexiona en esto!  Dios te Bendiga.  Pastora Sara Olguín

FUI VISTA POR TI

    Salmo 65:4a "Cuán bienaventurado es el que tú escoges, y acercas a ti , para que more en tus atrios"   Si tú no mirarás como miras,  jamás hubiese sido yo,  vista por ti,  Tus ojos  me miraron, y Me encontraron. Que hubiese sido de mí, si no me hubieras visto! Oh ¡Dios mío! ¡Porque me viste, yo ahora te veo! ¿ Y qué viste en mí cuando me viste?  Si toda yo no valía nada;  Porque, ¿Qué vale el Hombre sin ti? Pero tus ojos se abrieron y me miraron. Solo sé, que tú me viste, y me apartaste para ti. Bajo  todas tus miradas, estoy yo ¡Oh Padre mío! Autor: Sara Olguín., ( Todos los derechos reservados )