Orar es hablar con Dios.
El habla y la gracia de la comunicación, nos han sido dadas por Dios, primeramente para que nosotros, los hombres estuviéramos comunicados, y en contacto íntimo con él, y después entre nosotros.
La buena comunicación permite que haya una atmósfera de armonía, y comprensión, pero cuando esa comunicación falla, sea por causas de interferencias externas u otras, nacen los conflictos, y algunos terminan generando grandes caos, en nuestras relaciones.
Dios nos envió al Verbo encarnado ( S.Juan 1:14) y nos lo dio, para que nosotros pudiéramos restaurar nuestro dialogo con Él.
Pero muchos de nosotros no lo hemos recibido, y en consecuencia tenemos un gran conflicto dentro nuestro, pensando que: Dios está desinteresado de nosotros, ausente, sordo, que no existe, que el hombre no puede hablar con él, pero sí con los llamados "intermediarios" ( 1 Timoteo 2:15 "Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre,")
Y ese gran caos nos desalienta, nos hace incrédulos, nos aleja y nos separa de todo intento de hablar con Dios y entrar a ser tan cercano a él, como es su anhelo por tenernos.
Aquellos que no han podido jamás hablar con Dios, no conocen su voz.
Aquellos que no han podido jamás conocer su voz están extraviados de su comunión, pues su voz guía a sus hijos.
Aquellos que no tienen dialogo con Dios se sienten vacíos y abandonados de Dios, y por consecuencia padecen conflictos internos y relacionales entre los que forman su entorno.
En lo natural las personas que no han tenido una buena relación, o que no han disfrutado de una buena comunicación con sus Padres, arrastraron esa dificultad durante toda su vida, transformándose en síntomas de: amargura, aislamiento, egoísmo, necesidad afectiva, soledad, discordias, resentimientos.
Lo maravilloso es ver el Milagro que produce Dios en las vidas de estas personas, cuando reconocen que Jesús es el Verbo de Dios, la palabra, y lo reciben en sus corazones dando inicio así a una nueva lengua en sus espíritus redimidos.
Un lenguaje de un Dios Padre y Creador con un hijo al que nunca dejó de amar.
La oración cambia las cosas, cuando hay dialogo, comunicación, y una única Palabra, entre Dios y los Hombres: Jesús, el Verbo de Dios en medio nuestro.
Intenta hablar con Dios, a través de Jesús, su hijo, y verás fluir una nueva comunicación dentro de una atmósfera de Paz, que sanará todos los conflictos espirituales, mentales y relacionales.
La Paz es consecuencia de nuestro dialogo con Dios!
Dios te bendiga, Pastora Sara Olguín.
El habla y la gracia de la comunicación, nos han sido dadas por Dios, primeramente para que nosotros, los hombres estuviéramos comunicados, y en contacto íntimo con él, y después entre nosotros.
La buena comunicación permite que haya una atmósfera de armonía, y comprensión, pero cuando esa comunicación falla, sea por causas de interferencias externas u otras, nacen los conflictos, y algunos terminan generando grandes caos, en nuestras relaciones.
Dios nos envió al Verbo encarnado ( S.Juan 1:14) y nos lo dio, para que nosotros pudiéramos restaurar nuestro dialogo con Él.
Pero muchos de nosotros no lo hemos recibido, y en consecuencia tenemos un gran conflicto dentro nuestro, pensando que: Dios está desinteresado de nosotros, ausente, sordo, que no existe, que el hombre no puede hablar con él, pero sí con los llamados "intermediarios" ( 1 Timoteo 2:15 "Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre,")
Y ese gran caos nos desalienta, nos hace incrédulos, nos aleja y nos separa de todo intento de hablar con Dios y entrar a ser tan cercano a él, como es su anhelo por tenernos.
Aquellos que no han podido jamás hablar con Dios, no conocen su voz.
Aquellos que no han podido jamás conocer su voz están extraviados de su comunión, pues su voz guía a sus hijos.
Aquellos que no tienen dialogo con Dios se sienten vacíos y abandonados de Dios, y por consecuencia padecen conflictos internos y relacionales entre los que forman su entorno.
En lo natural las personas que no han tenido una buena relación, o que no han disfrutado de una buena comunicación con sus Padres, arrastraron esa dificultad durante toda su vida, transformándose en síntomas de: amargura, aislamiento, egoísmo, necesidad afectiva, soledad, discordias, resentimientos.
Lo maravilloso es ver el Milagro que produce Dios en las vidas de estas personas, cuando reconocen que Jesús es el Verbo de Dios, la palabra, y lo reciben en sus corazones dando inicio así a una nueva lengua en sus espíritus redimidos.
Un lenguaje de un Dios Padre y Creador con un hijo al que nunca dejó de amar.
La oración cambia las cosas, cuando hay dialogo, comunicación, y una única Palabra, entre Dios y los Hombres: Jesús, el Verbo de Dios en medio nuestro.
Intenta hablar con Dios, a través de Jesús, su hijo, y verás fluir una nueva comunicación dentro de una atmósfera de Paz, que sanará todos los conflictos espirituales, mentales y relacionales.
La Paz es consecuencia de nuestro dialogo con Dios!
Dios te bendiga, Pastora Sara Olguín.
Gracias Pastora Sara por compartir la Palabra de Dios
ResponderEliminarReconozco que muchas veces ablamos solo con Dios sin que jesús nuestro mediador no permita de escuchar la voz de Dios y aser esa comunicación entre los dos.
Tenemos que acercarnos al Señor jesús para producir esa comunicación con Dios y
necesitamos escuchar su voz para recibir su paz .
Dios te bendiga
Pastora Sara🌷
Un abrazo Amada Hermana Lorena!
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