Génesis 2:15 "Entonces el SEÑOR Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara."
¿Qué quiere decir esto?
Que fue dado como "Don" como regalo del Creador, pues siendo él el dueño de todo, lo puso al Hombre a labrar y que cuidase el huerto del Edén.
Que fue dado como "Don" como regalo del Creador, pues siendo él el dueño de todo, lo puso al Hombre a labrar y que cuidase el huerto del Edén.
Podría no haberlo hecho pero sí lo hizo, y con ello dotó al Hombre de la bendición de: ocuparse, concentrarse, dedicarse, darse a algo, entregar de sí todo aquello que tiene en sí mismo.
Por eso no es si hoy tengo o no tengo trabajo, si alguna vez he trabajado o no he trabajado, sino si carezco o no del "Don de trabajar".
Tu puedes ocupar un puesto de trabajo y hacer el trabajo que se te pide, cumpliendo estrictamente el horario de entrada y salida, y no hacer más ni menos, y considerarte una buena, un buen trabajador por ello, y es cierto, creo que serías un" buen trabajador" pero Dios que es amplio y generoso, nos dio la libertad de escoger en ser amplios o no a nosotros también, y no solo a valorarnos por la paga que recibimos por nuestros esfuerzos y tiempo, ( eso sería verdaderamente lo que significa: trabajar) sino auto-valorarnos, por la calidad de lo que hacemos.
Y sabemos que, lo que le da, cualidad y calidad a lo que hacemos, no es la cantidad que percibimos como sueldo sino lo que "yo pongo en ello" (siempre encontraremos injusticias o excesos en cuanto a este tema de lo que se me paga, pero no es mi reflexión hoy)
Adán fue privilegiado con ese Don de trabajar.
El Don de trabajar no es el Trabajo, repito, ¡No lo es! Sino que es lo que tu entregas de plena voluntad a ese trabajo: Amor, fidelidad, lealtad, calidad...
El Don de trabajar no es el Trabajo, repito, ¡No lo es! Sino que es lo que tu entregas de plena voluntad a ese trabajo: Amor, fidelidad, lealtad, calidad...
"Tu puedes trabajar, sin el "don de trabajar" o puedes trabajar en tu trabajo con tu don de trabajar".
Génesis 3:19b " Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás."
Aquí nos dice qué perdió el hombre cuando decidió que ya no sea Dios su proveedor de alimento espiritual sino él mismo, a partir de sus propios conocimientos del Bien y del Mal.
El hombre perdió ese "don de trabajar, de darse, de entregar todo de él mismo y tener gozo en hacerlo", es decir capacidad de disfrutar de su faena, eso es el Gozo de Dios.
Aquí nos dice qué perdió el hombre cuando decidió que ya no sea Dios su proveedor de alimento espiritual sino él mismo, a partir de sus propios conocimientos del Bien y del Mal.
El hombre perdió ese "don de trabajar, de darse, de entregar todo de él mismo y tener gozo en hacerlo", es decir capacidad de disfrutar de su faena, eso es el Gozo de Dios.
Lo que le fue dado, para su desarrollo intelectual, y material, se convirtió en su "sudor": su estrés, afán, su ansiedad, su fracaso, su pan.
Cuando nos reconciliamos con Dios, una de las cosas que son sanadas en nuestras vidas, y muchas veces no percibimos, por desconocer las Escrituras, al hacer las paces con Dios a través de Jesucristo es esto, volvemos a ser bendecidos con el Don de trabajar.
Eclesiastés 2:26 " Porque a la persona que le agrada, El le ha dado sabiduría, conocimiento y gozo; mas al pecador le ha dado la tarea de recoger y amontonar para dárselo al que agrada a Dios"
Esa persona que ha agradado a Dios, es la que no ha hecho vana la sangre de su Hijo Jesús, como pago de sus pecados, y que reconociendo su Obra en la Cruz, lo ha aceptado.
A esa persona Dios le restaura el Don de trabajar, tenga momentáneamente o no, trabajo.
A esa persona su Don de trabajar, le da en las crisis laborales la capacidad de crear su propia fuente de trabajo; de hacer de un pequeño y desechado trabajo por otros, una fuente de ingresos productiva; de continuar los trabajos que otros dejaron y terminarlos, y por sobre toda las cosas de ser llenos de: sabiduría (celestial) conocimiento y gozo, sin lo cual se perece en medio de las pruebas.
A esa persona Dios le restaura el Don de trabajar, tenga momentáneamente o no, trabajo.
A esa persona su Don de trabajar, le da en las crisis laborales la capacidad de crear su propia fuente de trabajo; de hacer de un pequeño y desechado trabajo por otros, una fuente de ingresos productiva; de continuar los trabajos que otros dejaron y terminarlos, y por sobre toda las cosas de ser llenos de: sabiduría (celestial) conocimiento y gozo, sin lo cual se perece en medio de las pruebas.
Espero que esta breve reflexión te haga encontrar en Dios ese bendito Don de trabajar!
Dios te bendiga, Pastora Sara Olguín.
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