San juan 3: 2- “Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que
has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales que tú
haces si Dios no está con él. 3-Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad
te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.”
¿Era verdad, lo que sabía
Nicodemo, principal de los judíos? ¿Era correcto?
“Sabemos que has
venido de Dios como maestro”.
¿Quiénes eran los que sabían? ¿Era verdad que
Jesús había venido de Dios “Como Maestro” ?
Evidentemente Nicodemo no veía; sus ojos carecían de luz, y no porque era de noche, sino porque él estaba como dijo Jesús, no había nacido del Espíritu, estaba aún tinieblas.
Evidentemente Nicodemo no veía; sus ojos carecían de luz, y no porque era de noche, sino porque él estaba como dijo Jesús, no había nacido del Espíritu, estaba aún tinieblas.
· Quien está tinieblas no puede ver en el reino de la luz, aunque
haya luz, éste no ve.
Es decir, el Reino de Dios no puede ser visto, con los
ojos naturales ni con la luz del día o artificial.
Es invisible al ojo humano.
Nicodemo, era principal de los judíos, y ni Él ni éstos veían, pero tampoco lo
que sabían era correcto.
· Jesús no
había venido como maestro de parte de Dios, sino como enviado por Dios, para
salvar al mundo (Juan 3:16)
- En el reino de las tinieblas se carece de luz, y lo que se sabe no es correcto.
- Allí hay oscuridad y un conocimiento incorrecto de Dios.
·
Hoy en
día, todos hacen las mismas obras que Dios, y porque hacen los mismos milagros
piensan que Dios está con ellos.
Jesús le responde: que
el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Creo entender que Jesús le decía: - Nicodemo no se trata de las señales que veas, sino que los únicos que pueden ver el reino de Dios, no son los que ven las señales sino aquellos que han nacido de nuevo.
Creo entender que Jesús le decía: - Nicodemo no se trata de las señales que veas, sino que los únicos que pueden ver el reino de Dios, no son los que ven las señales sino aquellos que han nacido de nuevo.
Hechos 8:9-10 “Y cierto hombre llamado Simón, hacía
tiempo que estaba ejerciendo la magia en la ciudad y asombrando a la gente de
Samaria, pretendiendo ser un gran personaje; decían: “este es el gran poder de
Dios”
Las gentes creían saber ciertamente, sin
margen de error, quién era ese Simón. “Ellos decían que si Dios no estuviera
con él, no haría aquellas señales”
- Ten cuidado de ir hacia quienes hacen señales sin preguntar a Dios, si son de su reino o del reino de Satanás.
Nicodemo vino de noche
a decirle que seguramente, “él era enviado de Dios como maestro”. Como sí ellos
necesitarán saber más, pues como pueblo de Dios, sabían mucho, pero lamentablemente, no tenían ni noción
de su necesidad de salvación.
Así está la gente dentro del reino de Satanás sin
noción de su necesidad de Salvación y de
un Salvador.
Jeremías 1:11- Vino entonces a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿Qué
ves tú, Jeremías? Y yo respondí: Veo una vara de almendro. 12- Y me dijo el SEÑOR: Bien has visto, porque yo
velo sobre mi palabra para cumplirla.”
¿Por qué veía bien Jeremías?
Porque él estaba en el secreto de Dios, en su Espíritu, en su Presencia.
Porque él estaba en el secreto de Dios, en su Espíritu, en su Presencia.
Jeremías vivía en la Presencia de Dios.
¿Y qué es vivir en la Presencia de
Dios? Es vivir en su reino.
No podemos ver bien, sin estar en el reino, sin
vivir en su Presencia continuamente.
Pero nadie puede
entrar a su reino si no nace de nuevo.
Nadie puede encontrar la puerta de entrada al
reino porque no es visible al ojo humano. ¿Y cuál es la puerta de entrada del
reino? La puerta es Jesús.
Mateo
7: 13-Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la
senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. 14-Porque
estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los
que la hallan.
Pero solo el Padre
puede revelar a Cristo a quien él quiera hacerlo, por eso bienaventurado somos
aquellos que hemos visto a Jesús.
Nadie puede ver a Jesús si el Padre no se lo revela.
- Si tú has visto a Jesús entonces, has visto la entrada al reino, pero no has visto el reino, sino la entrada.
Lo que pasa es que muchos se
quedan en la entrada.
Nicodemo llegó hasta la puerta, él sabía que en Jesús
había algo poderoso de Dios, pero no lo sabía muy bien, porque estaba aún fuera
del reino de la luz.
Él llegó hasta ahí y no sabía más, necesitaba saber qué
hacer, y viene a decirle “Rabí, sabemos
que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales que
tú haces si Dios no está con él”, en otras palabras, -Jesús, tú eres
maestro, enséñame que debo hacer para acercarme más a Dios-.
En Hechos 3:1- “Y cierto día Pedro y Juan
subían al templo a la hora novena, la de la oración. 2-Y había un hombre, cojo
desde su nacimiento, al que llevaban y ponían diariamente a la puerta del
templo llamada la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban al
templo” A este hombre, siempre lo llevaban hasta la puerta, pero nunca lo
entraban, hasta que pasando aquellos que no solo conocían la Puerta sino que
habían pasado por ella, le dijeron “ No
tengo plata ni oro, pero en el Nombre de Jesús de Nazareth ¡Anda! (hechos 8:6)
No conduzcamos a las personas, como Nicodemo o este paralítico, hasta la Puerta
dejándolos sentados allí, entreguémosle a Jesús, démosle a Jesús, impartamos
sobre ellos todo lo que tenemos de Dios, los apóstoles tomaron de lo que tenían
y se lo dieron, le dieron a Jesús; Jesús no dejó a Nicodemo frente a él, sino
que le mostró la entrada, y le impartió fe para que entre.
Cuando tu entras por Jesús, naces de nuevo,
pero para nacer de nuevo debes morir, así que si no te has identificado en la
muerte de Jesús en la Cruz, si no has
visto muerto tu cuerpo en su cuerpo en la cruz, tú no has nacido, y no podrás
ver el reino de Dios, el reino de Dios es mucho más que señales.
Dios le preguntaba a
su Profeta Jeremías que veía, porque era importante lo que veía. Porque según
lo que tú veas, estarás en uno u otro reino.
Si Jeremías veía algo distinto, entonces sus
ojos no tenían la luz que hay en el reino de Dios.
En su reino todo es luz, y no hay necesidad de sol, de luna ni de electricidad.
Apocalipsis 21:23 “La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.”
En su reino todo es luz, y no hay necesidad de sol, de luna ni de electricidad.
Apocalipsis 21:23 “La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.”
Pero en el reino de
las tinieblas, todo es confuso y erróneo. Lo que parece verdad no es la verdad.
·
El que ha
entrado al reino de Dios, ve. ¡Aleluya! Dos cosas: ve. Y lo que ve, es correcto.
- Nicodemo vio las señales, y su concepto era erróneo. Si tú has nacido de nuevo debes ver el reino de Dios, permanentemente, ya que es su Presencia.
Y lo que veas te debe posicionar en
la Verdad, en lo correcto.
Jesús confrontó el argumento errado del reino de las
tinieblas que tenía el religioso Nicodemo, y le dio la respuesta a lo que
buscaba, debía entrar al reino de Dios, naciendo de nuevo
Arrepintiéndote, confesando a Jesús, y siguiéndolo.
¿Y qué es lo que verás? Verás correctamente todas las cosas que vengan
de Dios y sabrás cuales no vienen de él, porque tú estarás ahí.
Marcos 8:23-24 Tomando de la mano
al ciego, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir en sus ojos y de
poner las manos sobre él, le preguntó: ¿Ves algo? 24-Y levantando la
vista, dijo: Veo a los hombres, pero los veo como árboles que caminan.
25-Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y
fue restaurado; y lo veía todo con claridad”
Tal vez hayas nacido en su reino y no puedes ver correctamente todas
las cosas.
- Cuando no ves cómo Dios ve, tu persona, tu vida, tu cónyuge, tu familia, tu circunstancia, tu presente, puedes estar perdiendo oportunidades, bendiciones, transformaciones, y todo lo que Dios tiene en su reino.
San Juan 1:50 “Respondió Jesús y
le dijo: ¿Por que te dije que te vi debajo de la higuera, crees? Cosas
mayores que éstas verás. 51- Y le dijo: En verdad, en verdad os digo que veréis
el cielo abierto (el reino), y a los ángeles de Dios subiendo y bajando
sobre el Hijo del Hombre.”
¡¡En el reino de Dios se ven cosas tremendas!!
Cosas que ojo no vio, ni
oído oyó ni subió a corazón de hombre, cosas que están preparadas para aquellos
que le aman, dice en 1 Corintios 2:9.
Pero tal vez Dios tiene que ajustarte la visión, dentro de su reino, para que veas, como Dios hoy está viendo lo que te ocurre: cuando ves incorrectamente, le llamas a esas situaciones, erróneamente.
Pero tal vez Dios tiene que ajustarte la visión, dentro de su reino, para que veas, como Dios hoy está viendo lo que te ocurre: cuando ves incorrectamente, le llamas a esas situaciones, erróneamente.
- Nicodemo le decía por las señales, tu eres enviado por Dios como maestro.
Dios quiere corregir toda distorsión en tu visión, Dios no quiere ciegos en su reino pero tampoco viscos o miopes.
Dios quiere que veas perfectamente, hables correctamente, y llames por el nombre correcto todo lo que él te envié en el tiempo en que estás viviendo, ahora.Deja que Dios te muestre la Puerta, su Hijo Jesús.
Entra por él, acepta su sacrificio por tus pecados, toma esa cruz, arrepiéntete y nace en el reino de Dios, toma todo lo que Dios te preparó, todo lo que necesitarás hasta que partas con él a la Eternidad.
Pero también déjate sanar tus ojos, deja que el Espíritu de Dios toque
tu vista, y la sane, que te cure los ojos con el colirio del cielo.
Cree a esta
palabra y recibe, la sanidad de Dios.
Dios te bendiga, ahora y siempre.
Dios te bendiga, ahora y siempre.
Pastora Sara Olguin.
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