SANIDAD DEL ALMA

¡Qué hermoso despertar que nos dio el Señor hoy!

Nos sorprendió con  la nieve que cayó donde no podía caer, pues en esta zona donde vivo ¡no nieva!

 Así que este es un día especial, porque nuestros ojos vieron, algo diferente en el.

 Aunque es un día de semana, de trabajo, de escuela, y de tareas rutinarias y domésticas, fue y todavía es: ¡ Un día diferente!

 ¿Qué lo hizo diferente? La nieve.

Pero,  en realidad no es la nieve lo que lo hizo especial, sino que nuestros ojos (del corazón) lo vieron así.
 Para muchos otros, que también se levantaron a la misma hora y en el mismo lugar en que vivimos, habrá sido un día horrible, complicado y negro. 

¿Por qué causa? Por la nieve.

No, no, no es por la Nieve. Sino por los ojos con que miramos, los ojos del corazón.

Hasta para muchos lo que cayó fue nieve y para otros no alcanzó a serlo. 

Todo lo cambia según el corazón con que se mire.

Es el corazón de cada ser humano que hace que el mismo día, la misma ciudad, el mismo cielo, la misma persona, el mismo par de zapatos, el mismo puente, el mismo bar, el mismo café, sean especiales o no.

Los ojos están guiados por nuestro corazón.

Y en nuestro corazón están las emociones y los sentimientos. 

Se dice que las emociones nos juegan una mala pasada y los sentimientos nos traicionan. 

Y es verdad, por eso tenemos que permitir que El  Espíritu Santo de Dios, nos sane nuestras emociones y ordene nuestros sentimientos.

Debes gobernar con fe, y con la poderosa y siempre viva Palabra de Dios, sobre ellos (emociones y sentimientos)  y gozarás de la alegría y entusiasmo constante que tienen aquellos, que logran alcanzar la felicidad que reside como  "un tesoro escondido" en cada día que se nos dio para vivir, por la Gracia de Dios, sobre esta tierra.

Cuando hoy medité sobre esto, mi corazón me trajo a mi recuerdo la historia del Maná en Éxodo 16:15 

" Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era.
 Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer.

•  ¿Cuál es el pan que Dios nos da hoy para comer, cotidianamente? Su Palabra ¡si la leemos!

        Pero también con su Palabra Dios, nos regala: Sus bendiciones.

Las bendiciones de Dios, es todo lo bueno con lo que creó todas las cosas.

Las bendiciones de Dios son todas aquellas cosas dispuestas para nosotros, a fin de traernos alegría, paz, gozo, agradecimiento, cada día de nuestras vidas aquí sobre la tierra.

Las bendiciones de Dios son todas aquellas que nos proporcionan entusiasmo, motivación y fuerzas nuevas para comenzar lo rutinario, lo común, como si fuera la primera vez.

Dice esta palabra que cuando ellos vieron por "primera vez" aquello que  había caído del cielo, no sabían lo que era. Y Moisés les explicó que era el "pan que Dios les daba para comer"

1. Necesitaban que alguien se lo enseñe.
2. Lo que veían, no era de la tierra, era del cielo (venía de Dios, sobrenatural)
3. y Dios se los daba para comer.

1-Alguien nos tiene que hacer conocer a Dios. 

Así como también nosotros tenemos que hacerlo conocer a otros.

 La gente se pregunta ¿Quién es Dios? Aunque reciben sus bendiciones cada día, o ven que hay milagros, que suceden cosas sobrenaturales, no entienden y se preguntan ¿Qué es esto?

2-Uno solo descendió del cielo, fue Jesús, el Hijo de Dios. María, la madre de Jesús, estaba en la tierra, en vez Jesús (el Pan del cielo, el Maná) fue enviado por el Padre para buscarnos (San Juan 3:16) Con Jesús nos fueron dadas todas las cosas; aquello que habíamos perdido, y que necesitábamos, vino con él.

3-Lo que Dios nos da del cielo, es para que lo comamos. Quiere decir incorporemos, permitamos que se haga pan, carne en nuestro corazón.

Todo aquello que entra en nosotros, se hace parte de nosotros.

 De lo que tu comes todos los días, se formará tu mente, tu voluntad, tus emociones, tus sentimientos.

Si tu comes todos los días, lamentos, rabias, odios, rechazos, indiferencias, desamor, eso se transformará en emociones y sentimientos. 

Y lamentablemente no serán emociones y sentimientos sanos sino enfermos, dañados.

 Aquello que predomine en tu corazón serán: o aguas amargas o aguas dulces, que brotarán por tu boca y calmaran la sed de muchos o contaminaran sus vidas.

Aquello que predomine en tu corazón influirá en cómo veas tu vida, compuesta de todos los días, sean ellos con sol o lluvia, nieve o viento.

Las circunstancias no afectan el día. 
El día fue creado por Dios para nosotros, vino de Dios, para hacernos bien; las circunstancias prueban si las aguas (emociones y sentimientos) son amargas o dulces, enfermas o sanas.

¿Qué hacer? Volverse a Dios. 

Proverbio 4:23 " Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida."

¿Pero qué más?  "Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos se deleiten en mis caminos" Proverbio 23:26.

Ven a Jesús, entregándole todo lo que está en tu corazón (alma) tus emociones y tus sentimientos, pidiéndole que los sane con su Santo Espíritu.

Cierto, es algo que solo no podrás hacer totalmente, necesitas a alguien que te enseñe y explique, a fin de poder vivir en esa plenitud que nos dio Cristo con su poderosa y eficaz obra de la Cruz.

La Obra de la Cruz no es para movernos y pertenecer a una religión, la Obra de la Cruz es para entrar en la libertad espiritual que frenéticamente busca el mundo, errando de puertas, porque hay una sola "Puerta" para ello, y esta es: Jesús.

Dios te bendiga.
Pastora Sara Olguin.