Procuremos mantenernos limpios de toda contaminación de carne y espíritu (2 corintios 7:1b "limpiémonos de toda contaminación de carne y espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios")
Estos días de festejos en el mundo, son de reencuentros con familiares pero también con tradiciones, cuidemos de manifestar nuestro amor sin contaminar nuestra carne y espíritu.
Si no fuera tan importante y peligroso, Dios, no nos hubiera dejado escrito este consejo.
Jesús cuando estuvo entre los hombres, mostró su amor, compartiendo todos los momentos junto a ellos, pero guardó su carne y su espíritu celosamente para el Padre, pues Él sería nuestro Cordero pascual.
Nosotros somos para todos nuestros amados familiares y amigos, la Imagen de ese Tremendo Dios de Amor, Justicia y Misericordia, y no los festejos que quieren representar la voluntad de Dios.
Por temor de Dios y no a Dios, nos mantenemos separados como el Cordero de Dios lo estuvo, porque podemos en el poder de su Espíritu vivir como el vivió, pues es ese Temor de Dios nuestro cerco de protección.
Podemos amar, y dar ese amor, podemos estar al lado de aquellos que nos necesitan pero también podemos decidir no hacer ni consentir lo que no nos viene dado por Dios.
Recordemos Mateo 15:13 b "Toda planta (tradiciones) que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada"
Todo lo que fue levantado, y establecido, así como defendido por el Hombre, no permanecerá.
Busquemos entonces, de llevar la Verdad Eterna entre los que han puesto su alegría y su esperanza en lo efímero y pasajero.
Dios te bendiga, pueblo de Dios.
Pastora Sara Olguín.
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