Lucas 8:40 - 43 " Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban.
41- Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa:
42- porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía.
43- Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada
44- se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.
Marcos 5: 28- Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva"
Estos relatos nos hacen revivir esos momentos, metiéndonos dentro de la escena.
Dice que la multitud tenía Gozo, ¿ por qué causa?
Porque todos lo estaban esperando.
Cuando estamos juntos y unánimes esperando, a Dios, en los matrimonios, en las familias, en las congregaciones, en los pueblos, nos sucederá algo tremendo, tendremos GOZO.
El gozo No es una emoción, no es un nerviosismo, no es una mezcla de ansiedad, es el fruto del Espíritu manifestándose en esa unidad.En Hechos 2:1 cuando los discípulos y hermanos de Jesús, con la madre de Jesús, estaban juntos y unánimes, esperando la persona del Espíritu Santo, cuando llegó fueron llenos de GOZO, tanto que quienes lo veían creían que estaban borrachos, se imaginan como estaba entonces esta multitud que estaba esperando a Jesús.
- ¿Cómo lo estás esperando en tu vida? Con Gozo ¿O ya no lo esperas porque esta tardando tanto?
En la historia que comienza en el versículo 41, dice que habiendo llegado Jesús, vino un varón llamado Jairo y se postró a sus pies, rogándole que entrase a su casa.
Mira que tremendo hoy en cambio debemos rogar que lo dejen entrar en sus casas, en sus vidas, en sus corazones.
En el evangelio de Marcos 5:23 dice que Jairo al postrarse también hizo una confesión: "y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá"
Quiero que notemos que ambos tanto Jairo como la mujer del flujo de sangre, soltaron de sus bocas: una confesión de fe.
-Si tocares, Si pusieras tus manos.
Doce años padeció esta mujer de esa enfermedad.
Esta la había consumido.
Le había quitado no solo las fuerzas, sino las amistades, la familia, sus recursos económicos. Pero de repente apareció en su vida la esperanza para su sanidad: Jesús.
Hay muchas personas que están atravesando un tiempo parecido, esperando:
Jairo, el principal de la Sinagoga, religioso, que conocía todo de la ley y que sabía que ésta prohibía arrodillarse ante los hombres, reconoce al hacerlo que, Jesús era Dios. Jairo, no quiso esperar, la enfermedad de su hija era fulminante; él quería su milagro ¡ya!. Pero, Jesús, la multitud, las situaciones que se generaban por la necesitad de la misma, lo detenían, y al retenerlo, le estaban reteniendo a Jairo, su milagro, pero aún así Dios sabía que era necesario que él esperase junto a Jesús.
San Juan 11.3 " Enviaron, pues, la hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. 4- Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. 5- Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6-Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
versículo 17- Vino, pues Jesús y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro."
Es Jesús quien declara la palabra con su boca en esta otra historia.
Hay muchas personas que están atravesando un tiempo parecido, esperando:
- Esperando que la obra social le asigne el día y la hora de su operación.
- Esperando el día del inicio de su tratamiento que sea el efectivo.
- Esperando la asignación de una ayuda social para superar todo el gasto de la misma.
- Esperando que familiares que los rodean los acojan y ayuden en sus imposibilidades físicas.
Jairo, el principal de la Sinagoga, religioso, que conocía todo de la ley y que sabía que ésta prohibía arrodillarse ante los hombres, reconoce al hacerlo que, Jesús era Dios. Jairo, no quiso esperar, la enfermedad de su hija era fulminante; él quería su milagro ¡ya!. Pero, Jesús, la multitud, las situaciones que se generaban por la necesitad de la misma, lo detenían, y al retenerlo, le estaban reteniendo a Jairo, su milagro, pero aún así Dios sabía que era necesario que él esperase junto a Jesús.
San Juan 11.3 " Enviaron, pues, la hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. 4- Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. 5- Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6-Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
versículo 17- Vino, pues Jesús y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro."
Es Jesús quien declara la palabra con su boca en esta otra historia.
Recalca la narración que esta era una familia muy amada por él, es así que sus hermanas le hacen avisar diciéndole: "el que tu amas está enfermo" como haciendo caer el peso de su compromiso de venir, en ese amor que siempre le había manifestado; pero sabes, aunque Dios nos ama a todos de una manera tan única y especial, él no se moverá por ese amor sino por tu fe.
Así que en respuesta Jesús dispara una palabra poderosa: " Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella"
Estaba dicho, y así quedaba, irrevocable. Así sucedería. Ellas no se debían basar en el amor que él le tenía a Lázaro, sino, poner ellas mismas su fe, en esa declaración, sucediera lo que sucediese. Por lo que Jesús, se tardó. No solo dos días, sino cuatro.
La mujer del flujo de sangre, pertenecía al pueblo de Dios, pero se le fueron 12 años para que se le agotaran todos los apoyos donde ella depositó su fe. Por la misma ley estaba separada como inmunda de la comunidad, (Levítico 18:19) no podía desarrollar fe en Dios, hasta que a doce años de desesperanza, oye y encuentra su Salvación, y tuvo fe para declarar, y esa declaración la lleno de una fuerza sobrenatural para abrirse paso entre la multitud que oprimía a Jesús, y ella tocó por su fe la Vida de Dios y su fe la sanó.
Su fe la llevó hacia su milagro, en un momento.Doce años deambulando en un desierto de incredulidad hasta que la Vida de Dios se le manifestó, por su fe, pero ¿cuanto tiempo se tardó su milagro a causa de carecer de la misma?.
Jairo, creyó apenas oyó y declaró en fe. Pero Dios tenía que probar esa fe, y se tardó un día en el cual la muerte llegó antes a su hija, pero le dijo, parafraseándolo:
"si mantienes lo que has confesado cuando te postraste ante mí, y no temes, sino solamente crees, tu confesión me permitirá llegar hasta tu casa y hacer como dijiste, pero necesito que lo sigas diciendo, necesito que lo sigas confesando".
Es así como muchos de nosotros confesamos al inicio del día: Señor, Hoy será un día de Victoria, y cuando a la mitad algo tremendo, mortal nos sucede, ahogamos la palabra de fe que habíamos soltado, pero el Espíritu de Dios, nos dice:
¡No dejes de confesarlo, sostén tu declaración, ella le mantiene el camino abierto hasta que él, llegue a ti!María y Marta: debían sostenerse en la declaración de la palabra de Dios, pero ellas veían al amigo, al sentimiento.
La familiaridad con que llegamos a tratar a Dios, nos hace obviar su palabra, y esa falta de reverencia, esa habitualidad quita, y nos roba la Fe.El Padre tenía un plan, a fin de que su Hijo sea glorificado en Lázaro, nada lo iba a impedir, pero Jesús tristemente notó que somos seres que cuanto más nos aman, poco nos interesa profundizar en conocer a quien nos entrega todo su amor, en este caso: Dios.
Dios, aunque tardare, No tardará.
El milagro tiene un tiempo de salida y de llegada al cumplimiento.
Lo que nos parece tardanza en realidad no lo es. Hay condiciones que en el trayecto de un punto al otro deben cuidarse.
Y aquí hemos visto:
- Si eres tu quien declaras debes mantenerte confesando, hasta el final lo que has declarado, pase lo que pase, veas lo que veas.
- Si has recibido la declaración de una palabra de la boca de Dios, debes tomarte de ella, pase lo que pase, veas lo que veas.
- Debes volverte de la familiaridad que impide ver a Dios hablándonos a través de la boca del hermano, o hermana, del Pastor o Pastora, del profeta.
- Debes esperar con fe y confianza en Aquel que lo ha dicho, porque ciertamente Él lo hará.
Tu milagro viene, no tardará."
Dios te bendiga.
Profeta Sara Olguín.
Alleluia!!!
ResponderEliminarQue tremenda Palabra Dios. Muchas veses el pasar del tiempo segun nosotros nos empide de mantener esa declaracion con Fe en el Senor Jesus como antes
La circustancia nos hace tambalear en la Fe y Dios solo nececita mi declaracion con esa Fe en Cristo Gesù.
Agradesco a mi Dios por levantarme y por poder declarar sus promesas cumplidas en mi como en toda mi casa
El milagro viene !!!
Yo e mi casa serviremo al Senor ✋🏻🤚🏻
Dios te bendiga Pastora Sara ❤️